El espacio geográfico es construido. En este sentido si algún espacio no se conoce por el hombre o no existe, no es espacio. Lugar, en cambio, es más que espacio: es sitio de pertenencia, de encuentro; sitio que se percibe de un modo particular por cada hombre y sociedad más un filtro que lo selecciona como grato, agradable, en términos formales, topofílico. Entonces, qué mejor espacio construido que el "Rincón de los Canallas", que lugar más controversial para ser analizado que un "lugar" como lo definiría Marc Augé para algunos, como región "topofóbica" para otros. Cuánta historia y sociedad se creo en torno de este sitio, y cuan cambiante y dinámico se refleja hasta este entonces. En adelante, se reflexionará en torno a su relevancia dentro del estudio geográfico y su posible utilización en el ámbito pedagógico.

¿Cuál es el análisis que se puede desprender de un simple restobar? La respuesta es que es mucho más que eso. El
rincón de los Canallas surge desde la clandestinidad, ubicado actualmente en la calle Tarapacá, antes se ubicaba en la mítica calle San Diego, entre Tarapacá y Santa Isabel, un lugar céntrico de Santiago pero al mismo tiempo, apartado del centro de discusiones y relevancia política y social de ese entonces. En una escala de análisis a nivel regional y en magnitudes tanto , los asistentes al local, como parte de un conglomerado territorial hacen del espacio y medio del comportamiento (Capel, H.) un lugar formulado por la percepción y emocionalidad propia del contexto político, en particular como lo definiría Norberg-Schultz, conforma un espacio tanto Perceptivo como vivencial, debido a la producción que en él hay de gestos, señales, actos y signos. Para no ser detectados por el régimen militar que prohibía sus actos, las contraseñas y el nombrarse como canallas izo de este lugar un sitio individualizado, una región de entretención, pero a la vez con características homogéneas de región política y organizacional.

Propio de todo análisis geográfico, su estudio posee un
dinamismo político, histórico y de ubicación, fruto de los cambios sociales y por sobre todo como reacción a un contexto político. Según Agnew, el rincón de los canallas presenta elementos de localidad relativa a la interacción social generada de modo rutinario, pues en este espacio se daban relaciones de horario y lugar atípica a ese entonces, por ser un espacio principalmente de vida nocturna. Ubicada en medio de la región metropolitana de Chile, presenta sus mismas características socio-económicas de su época. Pero lo más importante es el sentido de lugar generado por su historia, que produce en sus asistentes una experiencia de apego y de pertenencia.

Los Canallas surge en los años 80', en pleno régimen militar chileno como un sitio de recreación en medio de una época en que estaba prohibido juntarse entre más de tres personas y las andancias en la calle de noche no existían. Su dueño, viejo bohemio llamado
Víctor Painemal, requería de un espacio para compartir con sus amigos en las noches, ya sea para jugar naipes o celebrando sin motivo alguno solo para pasarlo bien y pasar toda la noche sin sentir la opresión de que estaba prohibido. Por ello los primeros días, fue tomando fama su boliche pero siempre bajo la presión de guardar silencio a cerca del sitio y guardándose del ruido y de la luz cuando cerca del local pasaban militares amenazando el tiempo de dispersión. Así el local nocturno con fachada de "picada" se fue transformando en un refugio para toda esa gente de la época que deseaba prolongar las noches de manera comunitaria. Su nombre se debe a una frase del en ese entonces presidente
Augusto Pinochet, quien nombraba como "canallas"a quienes practicaban actos contrarios a los de su política. Además, para entrar al lugar era necesario de una contraseña y una identificación como Canalla, la cual era transmitida por diversos métodos, inclusos avisos radiales. Así, un espacio que partió como "
El Rey de los pollos asados" se fue transformando en un
lugar que reflejaba a la
sociedad chilena de los 80', una sociedad costumbrista y que no desaprovecha ninguna oportunidad para festejar y pasarlo bien, incluso en ambientes de represión.
Sin embargo, el sitio que por mucho tiempo fue considerado como lugar de acogimiento y de seguridad, además de ser como lo denominaría el modelo de Lyman y Scott un espacio de interacciones, ahora es un resto bar lleno de recuerdos en cada una de quienes lo visitaron, y sus paredes llenas de recuerdos y escritos ha sido derrumbados por nuevas construcciones y espacios de "paso", en los cuales difícilmente se volverán a albergar las mismas historias que este boliche poseía entre sus paredes.
Sin embargo, este lugar es un sitio con múltiples oportunidades didácticas, puesto que la historia en él inmerso es fuente de diversos análisis. Por ejemplo, cuando asumió el presidente Patricio Aylwin adoptó al local como centro de recepción para los que volvían del exilio acompañado de un almuerzo, lo que demuestra, en sentido geográfico, la representación de patria que tiene este local y la apropiación que origina en quienes lo conocen, pudiendo así comparar como era utilizado en el periodo militar, en la vuelta a la democracia y en este entonces.
Finalmente, como opinión personal, este tipo de actividades y análisis le dan a la geografía su importancia real y más relacionada a su objetivo curricular, que es generar sentimientos ciudadanos de pertenencia, en donde se conoce y comprende la interacción que tiene el hombre con su entorno y se visualiza la geografía como una disciplina de gran relevancia para la participación ciudadana y la comprensión de los actos en un espacio u otro.
Referencias Bibliográficas:
-
Chile.com: "Más Canallas que nunca"
- Capel, H: Percepción del medio y comportamiento geográfico.
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Google Maps
-Oslender, U: Espacio, lugar y movimientos sociales: hacia una espacialidad de resistencia.
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URBATORI IVM